domingo, 29 de marzo de 2009

¿Y si mañana fuéramos más jóvenes?

"Me inspiró el cuento un comentario de Mark Twain: era una lástima que el mejor tramo de nuestra vida estuviera al principio y el peor al final"




Y con esta idea, Francis Scott Fitzgerald escribió en 1922 el relato corto "El curioso caso de Benjamín Button", una fantástica y asombrosa historia de como sería la vida dándole la vuelta al reloj. Muchas veces el cine nos ha hablado de regresiones a la infancia y a la juventud, pero sin duda esta historia de Benjamin Button tan extraordinariamente adaptada por David Fincher es el ejemplo más redondo y depurado sobre este tema. Rodada con una exquisita elegancia y una factura impecable en todos sus aspectos, está impregnada del sabor de la triste felicidad que nos deja ese instante que se pierde tan deprisa. No recuerdo que se haya representado tan bien la fugacidad del tiempo, como si dar la vuelta al reloj nos hiciera ver aún con mayor claridad que el tiempo se nos escapa de las manos con un veloz desasosiego. ¿Os imagináis? ¿Y sí mañana nos despertásemos más jóvenes?



Video de tdarriola

domingo, 22 de marzo de 2009

El pianista y el niño que fue director de cine

"Esto me pasó a mí, esto lo viví. Es mi niñez, mi vida, lo que sufrí, lo que ví, lo que soy" "Fuí salvado del Umschlagplatz, el área donde los alemanes solían reunir a un gran número de gente antes de subirlos a los trenes que iban a los campos de exterminio. Un día fuí a buscar a mi padre, fuí a la parte donde agrupaban a los judíos, y entré en el infierno. En el Umschlagplatz, con miles de personas, algunas llevaban tumbadas allí veinticuatro horas o más. Otras muriéndose, otras llorando, otras andando y gritando y algunos postrados rezando... Decidí que tenía que salir de allí. Estaba vigilado por jóvenes polacos con uniforme alemán. Iba con un niño que encontré allí, más pequeño que yo, se habían llevado a sus padres y estaba allí con nosotros porque mi padre y yo decidimos cuidarle. Encontré a ese niño, y fuí con él a un lado de la plaza. Era un día soleado, y había una calle larga de unos diez metros de ancho y al final un tipo con un arma, una carabina. Le dije que no habiamos comido en todo el día y que quería ir a casa a por un trozo de pan y que volveríamos enseguida. Se nos quedó mirando y nos dijo "Iros". Cogí al niño de la mano, Stefan se llamaba, y empezamos a correr y él nos gritó "¡No corráis!". Ese tipo me salvo la vida"

Es la historia de Roman Polanski y a su vez es la historia de Wladyslaw Szpilman, el pianista del gueto de Varsovia. Por eso, cuando Polanski leyó la autobiografía de Szpilman se dió cuenta de que era su historia, le dolía tanto dentro que necesariamente tenía que hacer la película. Dijo Szpilman que cuando se dió cuenta de que había perdido a su familia, que no tenía ya nada y que lo había perdido absolutamente todo, pensar en la música le dió las fuerzas que le faltaban para sobrevivir. Polanski, desde la esperanza del niño que era, sobrevivió con el firme convencimiento de que volvería a ver a sus padres, su madre sin embargo moriría en Auschwitz. Sus historias se hacen una. Una historia donde por encima de tanto dolor, tanto llanto y tantas lágrimas, aparece el deseo de vivir. Szpilman consagró el resto de su vida a su arte, tocar el piano. Y Polanski al suyo, hacer películas. Nunca estuvo tan presente el infierno en la tierra como en aquellos años y nunca nadie lo había contado con tanta honestidad y de manera tan prodigiosa como Polanski en El Pianista (The pianist, 2002)




Video de lekaino

lunes, 16 de marzo de 2009

La risa que nos cura

"Hay estudios que dicen que la risa es fisicamente saludable y que libera tensiones. Nunca me he propuesto utilizarla de esta forma a propósito, pero estoy encantado de que mucha gente sea feliz con mis películas. Incluso conozco el caso de un tipo muy importante del mundo editorial, que escribió su experiencia en un libro: se curó de enfermedades nerviosas terribles como el Parkinson viendo una y otra vez películas de los Marx, Chaplin, Buster Keaton e incluso alguna mía. Puede que no tuviera nada que ver con esto y se hubiera curado igual. Pero él, contradiciendo a los médicos, sostiene que le salvó el poder curativo de la risa"

Woody Allen


Pues no sé si nos alargarán la vida o nos curarán enfermedades, pero desde luego nos han hecho muy felices...



Video de ChaplinsViolin

miércoles, 11 de marzo de 2009

You broke my heart, Fredo

Es indudable que la saga del Padrino (básicamente la primera y segunda parte) de Francis F. Coppola supone un punto álgido en la historia del cine. Sus películas están llenas de momentos y escenas míticas e imborrables, de las cuales seguro que todos tendríamos para elegir un gran número de ellas. Pero es interesante que sea uno de sus legendarios protagonistas, Al Pacino, el que elija su momento preferido de entre toda la saga. Y así lo hizo en el libro de Lawrence Grobel, “Conversaciones con Al Pacino”(Editorial Belacqva. 2006) Preguntado por su escena favorita, por un momento del que se sintiera especialmente orgulloso de las películas del Padrino, respondió así:

"Hay un momento en El Padrino II. Nadie lo nota. Michael y su triste hermano Fredo están en Cuba, viendo el show de Superman en el club nocturno, y Fredo le dice a Michael. “Johnny solía traerme siempre a este lugar”. Y en ese momento ves que Michael se da cuenta de que su hermano lo ha traicionado. Éste es mi momento favorito, pero es muy sutil. Después de esa escena, al día siguiente, me llevaron al hospital por agotamiento físico. Enfermé. Trabajaba demasiado en el papel"

Como no se encuentra esa escena en youtube, pongo aquella que supone la culminación de toda esa acción que se produce en Cuba y que termina con el famoso beso de la muerte de Michael a su hermano Fredo...



Video de hawkssens

martes, 3 de marzo de 2009

Ciudad de ángeles

Berlin. La ciudad donde los ángeles caminan entre las personas o las observan desde las cornisas de los edificios. Berlin, la ciudad donde los ángeles reconfortan a las personas, escuchan sus conversaciones, las acompañan en el metro y en la biblioteca, las abrazan y se sonríen cuando los niños se les quedan mirando fijamente ya que son los únicos que pueden verlos. Berlin, donde los ángeles se enamoran de las trapecistas y quieren ser humanos y sentir y percibir como ellos. Berlin, la ciudad donde los ángeles quieren pasar del blanco y negro de la eternidad que los persigue a la fugacidad del color terrenal de las personas. Todo esto y por supuesto mucho más pasa en la maravillosa película de Wim Wenders, "El cielo sobre Berlin" (Der Himmel über Berlin, 1987) y en su continuación, "Tan lejos, tan cerca" (In Weiter Ferne, so Nah, 1993)...





Video de transiente