Cuenta Billy Wilder, en el estupendo y muy interesante libro de Cameron Crowe, "Conversaciones con Billy Wilder", la tormentosa y mala relación que tuvo con Humphrey Bogart en el rodaje de la película Sabrina de 1954. "Yo me llevo muy bien con los actores, excepto cuando trabajo con hijos de puta como Bogart" dice Wilder de manera expeditiva.
Todo empezó con mal pie porque Wilder quería a Cary Grant para el papel de Bogart, pero los compromisos del actor y las reticencias respecto a la historia, hicieron que hubiese que buscar otro actor para el papel de hermano mayor de William Holden, que no fuera tan guapo y que diese el tipo de hombre serio y de negocios que acabará cayendo también enamorado de los encantos de Sabrina.
"Estaría bien conseguir a alguien que sea completamente inapropiado" dijo Wilder. Y entonces apareció Bogart en escena. Su agente le estaba buscando una película interesante donde pudiese aparcar su rol de tipo duro y aceptó el proyecto. Pero Bogart también estaba acostumbrado a trabajar con sus directores afines, como John Huston y a realizar papeles muy distintos del serio y remilgado Linus Larrabee.
Cuenta Wilder que se cayeron mal desde el principio, porque Bogart no paraba de beber y porque en el primer descanso del rodaje, Wilder se marchó al camerino de su amigo Holden con Audrey a tomar una copa y se olvidaron de invitarlo.
Todo empezó con mal pie porque Wilder quería a Cary Grant para el papel de Bogart, pero los compromisos del actor y las reticencias respecto a la historia, hicieron que hubiese que buscar otro actor para el papel de hermano mayor de William Holden, que no fuera tan guapo y que diese el tipo de hombre serio y de negocios que acabará cayendo también enamorado de los encantos de Sabrina.
"Estaría bien conseguir a alguien que sea completamente inapropiado" dijo Wilder. Y entonces apareció Bogart en escena. Su agente le estaba buscando una película interesante donde pudiese aparcar su rol de tipo duro y aceptó el proyecto. Pero Bogart también estaba acostumbrado a trabajar con sus directores afines, como John Huston y a realizar papeles muy distintos del serio y remilgado Linus Larrabee.
Cuenta Wilder que se cayeron mal desde el principio, porque Bogart no paraba de beber y porque en el primer descanso del rodaje, Wilder se marchó al camerino de su amigo Holden con Audrey a tomar una copa y se olvidaron de invitarlo.
"No formaba parte del grupo. Y cuando, por fin, fui a invitarle, me dijo: No, muchas gracias" Al parecer Bogart nunca le perdonó este desplante y la tensión duró durante todo el rodaje. "Reescribía el papel para él e iba a enseñarle la escena. La miraba y me decía: "¿Qué edad tiene su hija?", "Tiene siete años", "¿Lo ha escrito ella?"
Así hasta el final del rodaje, volaron los cuchilllos de manera continuada. Cuando se terminó la película hubo una pequeña fiesta, pero Bogart no fue. Lauren Bacall llamó a Billy Wilder para decirle que Bogart tenía un cáncer muy avanzado, que se estaba muriendo y que quería verlo. "Me apresuré a correr a su lado, y estuvo maravilloso, absolutamente maravilloso, y me pidió perdón. Le dije: "Olvídalo, esto no es una ceremonia de la corte británica. Yo me peleo con un montón de gente". No era verdad, pero se lo dije. Tenía aquel cáncer incurable, y se estaba muriendo a toda velocidad, así que el último recuerdo que tengo de Bogart es el de un tipo magnífico, porque así es como le ví la última vez que estuve con él. Era muy bueno, mejor de lo que él mismo pensaba. Le gustaba interpretar al héroe y, al final, consiguió serlo.
Así hasta el final del rodaje, volaron los cuchilllos de manera continuada. Cuando se terminó la película hubo una pequeña fiesta, pero Bogart no fue. Lauren Bacall llamó a Billy Wilder para decirle que Bogart tenía un cáncer muy avanzado, que se estaba muriendo y que quería verlo. "Me apresuré a correr a su lado, y estuvo maravilloso, absolutamente maravilloso, y me pidió perdón. Le dije: "Olvídalo, esto no es una ceremonia de la corte británica. Yo me peleo con un montón de gente". No era verdad, pero se lo dije. Tenía aquel cáncer incurable, y se estaba muriendo a toda velocidad, así que el último recuerdo que tengo de Bogart es el de un tipo magnífico, porque así es como le ví la última vez que estuve con él. Era muy bueno, mejor de lo que él mismo pensaba. Le gustaba interpretar al héroe y, al final, consiguió serlo.
Sabrina acabó siendo una película maravillosa.
Os dejo con un trocito de ella. Apagad la música de fondo y disfrutadla.
Video de ForoLoQueYoTeDiga
SABRINA
USA, 1954
Paramount Pictures
Director: Billy Wilder
Productor: Billy Wilder
Guión: Samuel Taylor, Billy Wilder, Ernest Lehman
Música: Frank Hollander
Fotografía: Charles Lang Jr (B/N)
Dirección artística: Hal Pereira, Walter Tyler, Sam Comer, Ray Moyer
Vestuario: Edith Head
Reparto: Audrey Hepburn, Humphrey Bogart, William Holden, John Williams, Walter Hampden, Martha Hyer, Marcel Dalio, Joan Vohs.
B/N. 114 minutos
2 comentarios:
Qué bonito!!! Es un fragmento bellísimo de la película, Audrey está maravillosa y ver a Bogie sabiendo que se moriría poco después resulta muy emocionante.
La anécdota me encanta...la primera vez que la oí se me saltaron las lágrimas.
Bonito blog, vive Mozart!!!
No sé si será una herejía decir esto en un blog de cine, pero a mi, a pesar de toda la mitologia que le rodea, o precisamente por eso, Bogart nunca me ha parecido un buen actor. Cogía muy bien el cigarrillo, y estuvo en el momento oportuno, en la peli oportuna, Casablanca, y poca cosa más. Quizá lo salvaria sólo en La Reina de África, en su papel más roto y sucio.
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