viernes, 4 de abril de 2008

Cine de gangsters: Cuando el mundo era suyo

"Hazlo antes, hazlo tú, y sigue haciéndolo tú”
(Scarface, 1932, Howard Hawks)


En Norteamérica, a principios de los años veinte, la llegada de la ley seca generó una delicuencia organizada compuesta por mafias de gangsters, encargadas de controlar la distribución del alcohol y del juego. Llegaron a tener tal poder que controlaban barrios enteros de las grandes ciudades. Como el cine siempre fue un espejo de la realidad, no tardaron en saltar a la pantalla estas bandas de delincuentes cuyos cabecillas encarnaron una especie de versión cainita del sueño americano. Rapidamente se establecieron unas características comunes para este nuevo género, los ambientes, los personajes y el desarrollo narrativo fijaron un esquema básico por el que se guiaron todas estas producciones (la rápida ascensión al poder y la no menos rápida caída del mismo con un destino fatal era el hilo argumental preferido) Actores nuevos, en su mayoría provenientes del teatro encarnaron a estos protagonistas, Edward G.Robinson, James Cagney, Paul Muny o Humphrey Bogart, dieron vida a los personajes más canallas que habitaron una pantalla de cine. La romántica fascinación por el mal, representada por estos antihéroes caló de tal manera, que en los primeros años treinta se realizaron más de 250 películas sobre el género. El implacable conservadurismo y la censura que impuso el Código Hayes a mediados de la década acabó con el reinado de estos personajes amorales del otro lado de la ley. Para entonces todos los gangsters reales estaban ya muertos o entre rejas. Y el duro gobierno conservador obligó a los estudios a convertirlos en los malvados de las películas y quitarles cualquier tipo de aureola. Los mismos actores que los encarnaron, tuvieron ahora que reconvertirse en severos representantes de la ley que peleaban contra los siniestros delincuentes que tan bien ellos mismos habían interpretado. La figura del gangster se convirtió en un personaje más simple y secundario de la nueva imaginería de ese género más amplio y con límites más difusos que sería el del cine negro y que se vertebró de manera especial a partir de este cine de gangsters primigenio. Tendrá que llegar Coppola con su sublime saga de El Padrino para reinventar el género ya en época moderna. Pero fue sin duda durante aquellos primeros años treinta cuando el mundo fue suyo, el mundo del celuloide les perteneció a ellos.
(Os dejo con un trocito de Public Enemy, 1931, con James Cagney & Jean Harlow)




video de astique333


FILMOGRAFÍA ESCOGIDA
1912 Los mosqueteros de Pig Alley (The musketeers of Pig Alley) de David W.Griffith
1927 La ley del hampa (Underworld) de Joseph von Sternberg
1928 Los muelles de New York (The Dock of New York) de Josef von Stenberg
1930 Hampa dorada (Little Caesar) de Mervin LeRoy
1931 El enemigo público (Public enemy) de William A.Wellman
1931 Las calles de la ciudad (City Streets) de Rouben Mamoulian
1932 Scarface, el terror del hampa (Scarface) de Howard Hawks
1935 Contra el imperio del crimen (G-Men) de William Keighley
1936 Bullets or Ballots de William Keighley
1936 El bosque petrificado (The Petrified Forest) de Archie L.Mayo
1938 Ángeles con caras sucias (Angels with dirty faces) de Michael Curtiz
1939 The roaring twenties de Raoul Walsh

1 comentario:

Vissi d'arte dijo...

Mi gangster favorito es Don Vito Corleone...Buonasera, Buonasera, what have I done to make you treat me so disrespectfully?

:-D